1978 es un año en que la ciencia cambió para siempre. El 25 de julio nació Louise Brown en la ciudad de Bristol, en Inglaterra, y sus padres, Jhon y Lesley, estaban fascinados con la llegada de su pequeña. Pero el nacimiento de esta niña no fue uno más: fue la primera vez en la historia que nacía un bebé por medio de la Fertilización In Vitro, una técnica que desde entonces es practicada en todo el mundo y que ha brindado la posibilidad a millones de parejas en el mundo a lograr su más preciado sueño: ser padres.
Como muchas mujeres, la mamá de Louise tenía graves problemas de fertilidad: tenía un defecto en sus trompas de falopio que hacía imposible lograr un embarazo de manera natural. Después de nueve años de intentar lograr un embarazo sin éxito, esta pareja inglesa se encuentra con los doctores Patrick Steptoe y Robert Edwards, quienes investigaban hace más de 20 años la forma de lograr un embarazo en mujeres con problemas de fertilidad similares a los de Lesley.
A pesar de que los médicos le advirtieron a esta pareja que el tratamiento sería de orden experimental, y que las posibilidades de éxito eran prácticamente nulas, los Brown se pusieron en manos de los galenos, quienes lograron unir en un laboratorio los óvulos de Lesley con el esperma de Jhon. Una vez formado el embrión, lo introdujeron en el útero de la madre, quien, con muchas expectativas y esperanzas, comprobó unas semanas después lo que tanto tiempo esperaba: el embarazo de su primera hija.
Los doctores a cargo de este experimento nunca antes probado en la ciencia, sabían que tenían en sus manos un procedimiento que no estaría ajeno al escándalo social y a la polémica. Por eso, el embarazo de Lesley fue llevado en el más absoluto de los secretos: incluso, el día del nacimiento de Louise, los médicos llevaron a cabo la cesárea en la más completa oscuridad, sólo con la ayuda de una linterna, y la clínica donde nació la pequeña Louise fue custodiada con la policía.
Casi 40 años han pasado desde que nació la primera “bebé probeta” y la historia de Lesley, Jhon y Louise se ha repetido en todo el mundo, con resultados tan exitosos que esta técnica se ha convertido en el tratamiento estrella de los centros de fertilidad en todo el planeta. Y aunque las tasas de éxito varían según la edad de la mujer y las complicaciones propias de fertilidad en cada pareja, cada día se encuentran nuevos hallazgos para que hacen de la fertilización In Vitro un tratamiento seguro y sin efectos secundarios para las mujeres que se aventuran en este camino de la maternidad.
Hoy en día, Louise es madre de Cameron Jhon, ha escrito libros sobre su asombrosa historia y continúa dando entrevistas sobre su caso a todos los medios de comunicación en los cinco continentes. Como ella, son millones los niños que han nacido a través de la fertilización In Vitro desde entonces, llenando de alegría a las parejas que un día creyeron que su anhelo de ser padres se había esfumado para siempre.
La clínica Inser los tratamientos In Vitro desde 1995, y cuenta con toda la experiencia médica disponible para llevar a cabo miles de sueños. Contáctanos en nuestras sedes en Bogotá, Medellín, Pereira, Rionegro y Cartagena, visita la página Web de InSer o encuéntranos en nuestras redes sociales en Facebook e Instagram.
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