Cada día es más frecuente encontrar en nuestras consultas mujeres que deciden tener bebe a edades más Tardías.
La palabra tardía es bien relativa, y podríamos decir que hoy en día una mujer de 35 años, después de terminar su carrera, hacer un posgrado y tener dos años de casada, al plantearse por primera vez el deseo de un bebé, seguramente pensará que está iniciando a “tiempo”.
También se podría afirmar lo anterior de una paciente que tras su divorcio a los 38 años decide casarse nuevamente y después de 3 años de relación busca un nuevo hijo en esta unión. Lo mismo aplicaría para esa mujer que enviuda o que tras la muerte de un hijo de manera accidental después de los 40 años piensa nuevamente en ser madre.
En fin podríamos poner innumerables ejemplos, pero las circunstancias sociales, laborales o familiares no se corresponden con la realidad biológica y es en este aspecto es donde quiero llamar la atención.
El número de óvulos de una mujer es finito y el ovario como órgano tiene una muerte programada que promedia los 45 años de la mujer. Si tenemos en cuenta que la mayoría de las mujeres menstrúan por primera vez entre los 12-15 años y e promedio de inicio de la menopausia (fin de la actividad ovulatoria) es a los 50 años, la vida media del ovario es 35 años.
En números, un bebé se sexo femenino al nacer cuenta con 1.2 millones de óvulos, los cuales para la edad de inicio de su actividad menstrual han disminuido a 300.000-400.000 óvulos. Durante la vida reproductiva de 35 años a un promedio de 12 ovulaciones/año, la mujer de este grupo de óvulos se va a gastar 400-500 óvulos. Conclusión la economía ovárica es una economía de selección y como todo lo concerniente a nuestro cuerpo de excelencia. Esta “excelencia” ovulatoria tiene su clímax entre las edades de los 25-35 años y la razón podría explicarse con un ejemplo sencillo:
María a los 12 años recibe como regalo una caja con 100 manzanas importadas de excelente calidad, el problema es que María no sabe definir cuál de esas manzanas es de mejor o menor calidad y por esto empieza un análisis que dependerá inicialmente del ensayo error. Los primeros días podrá casualmente disfrutar de manzanas de excelente o peor calidad, lo cierto es que tras las primeras 20-30 manzanas degustadas, para María se hará más fácil definir cuál manzana está en su punto y temprano iniciará el consumo de las manzanas de mejor calidad del lote para ella reservado, finalmente los últimos días María seguirá consumiendo manzanas hasta que se le terminen, pero ya no de tan buena calidad. Sé que suena coloquial el anterior ejemplo pero espero que haya dejado el mensaje correcto: la edad es una variable independiente y definitiva en la probabilidad de gestación de una mujer.
Tenemos muchas cifras que nos pueden ampliar el concepto anterior, entre otras:
La posibilidad de una mujer de 20 años de lograr una gestación es aproximadamente de 35%/mes, y a los 35 años es de 15% por mes, después de los 40 años es de 3-5% mes. La opción de que una mujer embarazada a los 20 años aborte es del 3-4% y aumenta a más del 30% después de los 40. Como ésta existen muchas otras evidencias : alta incidencia de abortos por alteraciones cromosóicas, muertes embrionarias tempranas por defectos en la implantación, complicaciones obstétricas.
Basado en lo anterior finalmente dejaría las siguientes recomendaciones.
Si una pareja inicia la búsqueda de un hijo y la mujer tiene más de 35 años debería tener en cuenta los siguientes aspectos y seguir las recomendaciones:
1. Consultar al ginecólogo, si después de 6 meses de actividad sexual sin protección no ha logrado gestación.
2. En caso de antecedentes como enfermedades pélvicas, endometriosis, trastornos menstruales, cirugías pélvicas, consultar para ser evaluada tempranamente.
3. Si en relaciones anteriores se presentaron dificultades para concebir.
Es importante recordar que los estudios básicos de infertilidad no varían dependiendo de la edad y es así como la paciente independiente de su edad se debe someter a:
1. Estudio basal hormonal (mediciones entre el segundo y quinto día de un ciclo menstrual espontáneo): FSH, LH, TSH, PROLACTINA, ESTRADIOL.
2. Evaluación de los órganos femeninos comprometidos en el proceso reproductivo: Útero, trompas de falopio, ovarios: los exámenes pueden ser no invasivos como la ecografía e invasivos como la
Histerosalingografía (Radiografía con medio de contraste del útero y las trompas),
Histerosonografía (Ecografía con medio líquido que dibuja el contorno interno de la cavidad uterina y la turbulencia de líquido
en las trompas) y finalmente la
Laparoscopia que permite la visualización directa del útero, trompas y ovarios. Este último examen siendo más invasivo y teniendo indicaciones más precisas, tiene la bondad que permite la solución de alteraciones como Adherencias, endometriosis, quistes, etc.
3. Evaluación de la capacidad fecundante del semen de la pareja, mediante un espermograma.
Finalmente el mensaje para esta mujer mayor de 35 años con interés reproductivo es tomar una decisión temprana y asesorarse bien a la hora de buscar bebé.
Grupo inSer
Artículo para el blog de El Colombiano Hablemos de Fertilidad