De cualquier manera, la fertilidad y en consecuencia un embarazo no tienen porqué verse necesariamente limitados por el cáncer.
Hoy en día se puede decir que el cáncer es una enfermedad curable con una tasa muy alta de supervivencia, más aún cuando el diagnóstico se hace de forma precoz. Esto ha hecho que los profesionales de la medicina más allá de combatirlo, se preocupen por mejorar la calidad de vida de los pacientes cuando han superado la enfermedad. (También puede interesarle: el acompañamiento emocional al buscar un embarazo)
Una mujer que se enfrenta a un diagnóstico de cáncer puede ver afectada su fertilidad como consecuencia del tratamiento que se utiliza para eliminarlo del cuerpo, ya que tanto la radioterapia como la quimioterapia pueden interrumpir la función ovárica, limitando o anulando sus posibilidades de quedar en embarazo.
¿Combatir el cáncer o buscar un embarazo?
Cuando se diagnostica un cáncer, la prioridad sin duda es combatirlo, sin embargo, es importante que la paciente conozca todas sus opciones y tome medidas preventivas para proteger la fertilidad antes de iniciar el tratamiento y buscar, si así lo desea, un embarazo cuando esté sana.
Opciones para preservar la fertilidad en pacientes diagnosticadas con cáncer
Existen dos alternativas de preservación de la fertilidad: la preservación de Tejido Ovárico y la preservación de óvulos.
La Preservación de Tejido Ovárico está indicada para niñas o mujeres que no han iniciado su vida sexual, o para pacientes que cuentan con al menos una semana antes de iniciar el tratamiento para el cáncer.
Esta técnica, se realiza extirpando todo o parte de un ovario. El tejido ovárico se corta en pequeñas tiras, se congela y se almacena para su utilización posterior. Una vez finalizado el tratamiento contra el cáncer el tejido se descongela y se ubica de nuevo bien cerca de las trompas de Falopio o en el abdomen; donde se regenera y recupera su función.
Sin embargo, no siempre es viable esta posibilidad, ya que cuando se presentan leucemias, linfomas o cáncer de ovario, el riesgo que conlleva volver a ubicar células cancerosas en el cuerpo es demasiado elevado y es preferible no correr riesgos.
Para mujeres con el diagnóstico antes mencionado o que ya iniciaron el tratamiento de quimioterapia se recomienda la segunda alternativa que es la preservación de óvulos.
En este caso, lo que se hace es extraer óvulos maduros de los ovarios, que previamente han sido estimulados, y congelarlos para ser usados en un futuro en tratamientos de fertilidad asistida, donde estos óvulos son fecundados con los espermatozoides de la pareja en el laboratorio, para formar un embrión que posteriormente será implantado en el útero de la paciente.
De cualquier manera, la fertilidad y en consecuencia un embarazo no tienen porqué verse necesariamente limitados por el cáncer. En caso de que se diagnostique esta enfermedad, lo mejor es hablar con el médico para explorar opciones de curación y si es posible preservar la fertilidad.