El ciclo menstrual normal de una mujer puede variar entre 23 y 35 días, siendo en promedio de 28 días. También es normal que en un año una mujer tenga uno o dos ciclos anovulatorios que se expresan como un ciclo menstrual irregular.
Cuando los ciclos son muy cortos o muy largos esto significa que el ovario no está ovulando. A esto se le llama anovulación crónica.
La anovulación crónica puede tener consecuencias para la salud de la mujer. La primera de ellas puede ser dificultad para lograr un embarazo. Otras pueden ser anemia, la aparición de acné, aumento de peso, cólicos menstruales, endometriosis y problemas de colesterol. En su forma más extrema la anovulación puede terminar en un síndrome de Ovario Poliquístico
Cuando se están teniendo persistentemente ciclos irregulares se debe consultar al médico ginecólogo para buscar y tratar la causa. Algunas veces cuando la persona no está buscando activamente un embarazo una forma de tratamiento consiste en usar pastillas anticonceptivas. Al contrario de lo que presuponen algunos mitos sobre ellas, las pastillas anticonceptivas además de regularizar los ciclos pueden proteger la fertilidad futura manteniendo niveles hormonales dentro de rangos normales y disminuyendo así la posibilidad de endometriosis y síndrome de ovario poliquístico.
Cuando la persona está en búsqueda de un embarazo el tratamiento consiste en estimular el ovario para que produzca óvulos maduros normalmente. Hay muchas medicinas para inducir la ovulación, pero deben usarse bajo supervisión médica, por ello la valoración previa ante este tipo de casos es esencial para determinar el tipo de medicamentos que se deben de tener en consideración.
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