En el ovario de la mujer naturalmente se pierden año tras año cientos de óvulos por un proceso de muerte programada asociado al envejecimiento de la mujer. En vista que el ovario no posee células madre que logren multiplicarse y diferenciarse en óvulos que reemplacen aquellos que se pierden naturalmente, se dificulta la concepción de las parejas en mujeres mayores de 37 años. Más aún, este proceso de pérdida de los óvulos puede verse acelerado por tratamientos tales como la quimio o radioterapia, por lo que se hace necesaria una adecuada consejería médica con el fin de implementar oportunamente tratamiento PREVENTIVOS que minimicen la pérdida de los óvulos.
Se puede implementar una o varias alternativas de manejo preventivo con el fin de preservar la función ovárica. En el caso de la radioterapia pélvica, la alternativa más comúnmente utilizada es la movilización mediante cirugía laparoscópica de los ovarios para que estos queden por fuera del campo de radiación; en el caso de la quimioterapia, se utiliza el cotratamiento con medicamentos que protegen el ovario; la crio conservación de los huevos o embriones de una mujer también se utiliza con frecuencia en ambos casos, antes de la quimio o radioterapia.
Movilización de los ovarios antes de la radioterapia
La movilización de los ovarios se logra fijando el ovario en la parte superior del abdomen, por fuera del área de radiación pélvica, después de cortar el ligamento que lo fija al útero. Este procedimiento se debe ofrecer a mujeres menores de 40 años inmediatamente antes del inicio de la radioterapia para el tratamiento de enfermedades como el linfoma de Hodgkin, cáncer del cuello uterino o de la vagina y otros tumores pélvicos en los cuales no hay compromiso de los ovarios. El abordaje laparoscópico permite una rápida recuperación para así iniciar la radioterapia a los pocos días de la cirugía.
La movilización de los ovarios fuera del área de radiación reduce efectivamente la dosis de radiación recibida por el ovario en un 90% a 95%. Sin embargo, esta eficacia para evitar la radiación de los óvulos, no se traduce en tasas de embarazo igualmente exitosas debido a que la radiación si logra afectar al útero (que no se puede movilizar).
La radiación puede destruir las células del endometrio que se encuentran en la cavidad del útero y que son necesarias para que se siembre el embrión. Cuando esto sucede pueden producirse abortos a repetición o infertilidad. De no dañarse el útero, se puede lograr un embarazo espontáneo después de la reubicación de los ovarios a su sitio original en la pelvis, o de lo contrario, recurrir a la fertilización in vitro.
La movilización de los ovarios requiere de un cirujano experto, con el fin de reducir el riesgo de complicaciones, debido al daño de la irrigación sanguínea del ovario o a que estos regresen inadvertidamente a su posición original durante la radioterapia. Aún así, las mujeres pueden quejarse de dolor pélvico crónico.
Trasposición de los ovarios
Grupo inSer
Artículo para el blog de El Colombiano Hablemos de Fertilidad