Cuando se habla de fertilidad, es común escuchar frases que hagan referencia al reloj biológico de la mujer, o al envejecimiento o pérdida de los óvulos. Pero…, ¿te has sentado a pensar realmente qué significa esto y qué tanto impacto tiene en la búsqueda de un embarazo?
Con el paso de los años, el cuerpo humano afronta múltiples cambios físicos e internos que inciden directamente en los estilos de vida de cada persona, sin embargo, poco se habla de un factor silencioso que afecta el sistema reproductivo de la mujer, y con él la posibilidad de lograr un embarazo de forma natural: LA RESERVA OVÁRICA.
Al hablar de reserva ovárica, se hace referencia a la cantidad y calidad de óvulos/ovocitos que tiene la mujer en sus ovarios en un determinado período de tiempo.
Si bien se piensa que la producción de óvulos es frecuente y se realiza cada mes, es importante desmitificar este pensamiento, y saber que la mujer solo realiza la producción de ovocitos durante su etapa fetal, y son los ovarios los encargados de cuidarlos y madurarlos para liberarlos y ser fecundados cada mes después de la primera menstruación.
Durante el periodo de gestación (en el vientre de la mamá), los bebés de sexo femenino producen la cantidad total de óvulos que van a conservar durante toda su vida.
En promedio el sistema reproductivo de la mujer produce en la vida intrauterina 6-7 millones de óvulos, sin embargo, para el inicio de la vida reproductiva que inicia con la menstruación han disminuido a 300.000/400.000, lo que evidencia que para esta etapa se cuenta con una cantidad reducida de ovocitos que mes a mes disminuye más cuando el ovario empieza a liberar óvulos para ser fecundados.
La posibilidad que tiene una mujer de 20 años de lograr una gestación es aproximadamente 35% al mes; a los 35 años es de 15%, y después de los 40 años es de 3-5% al mes.
Si bien los ovarios se encargar de cuidar los óvulos, es importante entender que éstos tienen la misma edad de la mujer, e incluso, pueden sufrir de envejecimiento rápido, afectando directamente su calidad y cantidad.
Aunque la edad avanzada es uno de los factores que más relación tiene con la BAJA RESERVA OVÁRICA, no se puede atribuir como única razón. Cuestiones genéticas, enfermedades autoinmunes, infecciones, medicamentos e incluso factores ambientales, también pueden incidir en esta condición.
Si bien es una condición que se puede presentar frecuentemente, no hay síntomas específicos que puedan llevar a este diagnóstico, salvo la búsqueda prolongada de embarazo sin éxito.
A pesar de esto, si existen casos que pueden llevar a una sospecha. Por ejemplo, mujeres con enfermedades autoinmunes, cáncer o genéticas.
SI, el tener baja reserva ovárica no es sinónimo de infertilidad. Con el apoyo de un especialista en fertilidad se puede llegar a un diagnóstico que permita identificar el nivel de complejidad para así definir el camino a seguir en la búsqueda de un embarazo.
Es posible lograrlo de forma natural, pero en casos más severos, también existen alternativas de técnicas de reproducción que permiten aumentar las posibilidades de tener un hijo con baja reserva ovárica.
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