Tomar la decisión de buscar ayuda cuando anhelas tener un hijo no te hace menos mujer, ni menos hombre, decidir hacerlo es un reto de valientes, que luchan por cumplir su sueño, a veces un camino corto, otras veces un poco largo. Hoy miro hacia atrás y veo todo lo que vivimos en 6 años buscando nuestro anhelado positivo, fue un tiempo de crecimiento espiritual, Dios moldeó mi carácter, nos llevó a perdonar y a fortalecernos como pareja, vivimos días con una fe enorme y otros días donde cansados preguntábamos, cuándo??? El mundo se desbarataba al ver los negativos, pero Dios puso en nuestra vida personas que alzaron nuestros brazos para seguir (Éxodo 17:11-13) y aferrados a su promesa pudimos levantarnos una y otra vez.
Quiero decirte que si estás en busca de ese anhelado positivo, atrévete a intentar un tratamiento de reproducción asistida, ten paciencia, persevera, no desfallezcas, sigue intentándolo, se humilde, que realmente tengo fe que verás la voluntad de Dios que “es buena, agradable y perfecta”, cada lágrima, esfuerzo, pinchazo en la panza valen la pena vivirlo, y cuando puedas cargar en tus brazos tu milagro solo vas a sonreír y dirás una y otra vez “valió la pena esperar”