ICSI, Inyección intracitoplasmática de espermatozoides
Una de las técnicas más novedosas en el campo de la reproducción humana es la inyección intracitoplasmática de espermatozoides o ICSI, donde, con importantes medidas de seguridad y alta tecnología, se logra un embarazo a partir de la implantación del óvulo fecundado en el útero de la mujer. Este tratamiento es una variante de la fertilización In vitro (FIV).
¿En qué consiste la inyección intracitoplasmática de espermatozoides?
En la inyección intracitoplasmática de espermatozoides se extraen los óvulos de la mujer por fuera de su cuerpo y son llevados al laboratorio, donde, por medio de microscopios de alta resolución y de micromanipuladores, un solo espermatozoide es inyectado al interior de cada óvulo. Luego de 2 a 3 días los óvulos fecundados (ya embriones de 4 u 8 células) son introducidos directamente en el útero de la mujer para que se implanten allí y terminen su desarrollo por 9 meses.
¿Para quién está ideado este tratamiento?
El tratamiento ICSI es recomendado cuando:
- Se presenta un factor masculino severo.
- Se encuentra bajo recuento de espermatozoides móviles en el semen eyaculado.
- Hay una muy baja concentración espermática y se encuentran pocos espermatozoides normales.
- Hay ausencia total de espermatozoides en la eyaculación. En este caso, se realiza punción o biopsia testicular, y en un alto porcentaje de los casos se obtienen espermatozoides que se pueden usar para hacer ICSI.
- La edad de la mujer, la cual puede ser el factor más influyente de pronóstico de éxito.
- La duración de la infertilidad.
- Los factores de infertilidad.
¿Cuál es la probabilidad de éxito de este tratamiento?
El total acumulativo de la tasa de embarazo después de tres ciclos de tratamiento puede ser mayor al 70%.
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